Los comercios de Barcelona que se niegan a rotular en catalán: «No es práctico y cuesta mucho dinero»
OKDIARIO ha salido a las calles de Barcelona a buscar los establecimientos que desafían a la Generalitat y a su obligación de rotular en catalán. La mayoría de ellos sigue a la espera de recibir la notificación correspondiente advirtiéndoles de que si no modifican sus letreros serán multados. Y es que, a fin de cuentas, traducir los letreros cuesta dinero.
«En teoría sí [es obligatorio rotular en catalán]. Pero lleva muchos años así», explica el camarero de un restaurante cuya rotulación luce en perfecto castellano. «Hay varios que lo tienen en castellano y les obligan a quitar una letra para que estén en catalán», reconoce.
«Esta empresa lleva así 30 años y no se puede cambiar», espeta el camarero de un restaurante rotulado en castellano, que reconoce que «se puede cambiar», pero que su jefe «no quiere cambiarlo».
«Tampoco cabe en todos los idiomas. Entonces, lo ponemos en castellano y en inglés», reconoce la dueña de una tienda céntrica en Barcelona cuya rotulación está en español «Es un tema práctico», pero «si me obligan lo tendré que poner, ¿qué le voy a hacer?», concluye.
Un gallego, dueño de un restaurante, explica que «la mayoría de cosas que tengo están en ‘dibujitos’, para que los extranjeros puedan entenderlo», «como el menú lo cambiamos cada día, y no sabemos catalán, averiguar cómo se dicen todos los platos en catalán es complicado». Sin embargo, el hostelero reconoce resignado que «el día que me pongan algún problema pues claro, tendré que hacerlo».
«Cuando esta ley salió, yo ya tenía montado [el negocio]», explica el dueño de otro local, que aunque reconoce saber que tiene que actualizarlo, prefiere esperar a que le den «un toque». «A mí me fastidia, porque es un rótulo grande y cuesta su dinero», concluye.
La Ley
El régimen jurídico que establece los derechos lingüísticos de las personas consumidoras en sus relaciones con los empresarios y comerciantes que prestan sus servicios o comercializan sus productos en el ámbito territorial de Cataluña se encuentra establecido en la Ley 22/2010, de 20 de julio, del Código de consumo de Cataluña y en la Ley 1 / 1998, de 7 de enero, de Política Lingüística. En su artículo 4, la Ley catalana establece que “las personas consumidoras tienen derecho a recibir en catalán cualquier información de carácter fijo”.
Es decir, “cualquier elemento informativo de carácter fijo deberá estar redactado al menos en catalán con independencia de su soporte (por ejemplo los carteles o rótulos de las empresas o establecimientos que contengan información relacionada con la actividad comercial desarrollada, siempre y cuando tengan carácter permanente)”.
Así, según la Ley discriminatoria independentista, tanto el interior como el exterior de un establecimiento, con independencia de cuál sea su tamaño o ubicación exacta, tendrá que estar redactado al menos en catalán. Este deber incluye el cartel exterior visible desde la calle indicativo de la actividad comercial, el cartel del horario comercial, la rotulación interior relativa a las ofertas o servicios en un establecimiento, los rótulos interiores de las secciones de los establecimientos o de las tiendas o, incluso, los lineales de las estantería.